La Facultad de Educación de Bilbao crea la primera Aula Universidad-Sociedad del País Vasco
El centro cede un espacio a estudiantes de la Fundación de Síndrome de Down de Euskadi y desarrolla con ellos proyectos educativos y de investigación de forma cooperativa
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Fecha de primera publicación: 11/05/2023
La Universidad del País Vasco ha suscrito un acuerdo con la Fundación de Síndrome de Down del País Vasco, por el que han puesto en marcha la primera “Aula Universidad-Sociedad” de Euskadi. La creación de esta aula permite que un grupo de estudiantes con discapacidad intelectual acuda a sus clases en un espacio que la Facultad de Educación de Bilbao ha puesto a disposición de la entidad social en el centro. La UPV/EHU da, así, un paso más en la colaboración de la universidad pública con los agentes sociales, con la que poner en marcha sinergias que aporten valor a la sociedad. El proyecto se ha puesto en marcha en febrero y el acuerdo se ha suscrito por un periodo de 4 años.
Asier es de Sopela, “para venir a clase cojo el autobús junto a la panadería de mi pueblo, el 2166. Vengo en bus los días que no hay huelga y los que hay me traen mis aitas”, explica este estudiante del Aula Universidad-Sociedad en la Facultad de Educación de Bilbao. Estos jóvenes de la Fundación de Síndrome de Down del País Vasco vienen a diario de Santurtzi, Elorrio, Amorebieta, Llodio y otras tantas localidades de alrededor para cursar sus estudios en el campus, en Leioa, donde participan también de la vida universitaria.
“Para ellos esta iniciativa ha supuesto un gran avance a nivel de autonomía, manejo con transporte público, participar en actividades de la propia universidad… Además, claro está, de la visibilidad que aporta al colectivo”, destaca Anuska Sánchez, profesora de este grupo de la fundación. “Aquí les imparto clases para que adquieran el certificado de profesionalidad de primero de Administración”.
“Estas y estos jóvenes desarrollan su vida académica a la vez que experimentan la vida universitaria, explica la decana del centro, Urtza Garay: una vida en la facultad en la que se generan relaciones en lugares comunes como la cafetería, salas de estudio etc. y también, participar en las actividades culturales, de ocio y de aprendizaje que se desarrollan en el centro. “Esto es, añade la decana, promover la convivencia y crear lazos de unión entre el alumnado, profesorado y personal de administración y servicios, contribuyendo a la construcción de una facultad respetuosa y amable en su día a día”.
“Es una maravilla poder contar con los recursos de la universidad, además, participamos en actividades del campus: en Bellas Artes, la Escuela de Hostelería, y qué te voy a decir de la Facultad de Educación, continúa la docente de la fundación; lo están viviendo de una manera más adulta a cómo lo vivirían en las aulas de la fundación y surgen cosas que, en otros espacios no habrían ocurrido: “El otro día, por ejemplo, Asier propuso a su compañera Maitane quedarse a comer un menú en la cafetería o, como dice Arantzazu, que tiene más sitio aquí en el campus para pasear con su andador”, nos cuenta la profesora de la fundación.
Gracias al acuerdo suscrito, los grupos de investigación y el profesorado del centro podrán realizar estudios relacionados con esta aula y su actividad, TFG, TFM y tesis doctorales del área educativa, destaca la decana de la facultad. Para el desarrollo respetuoso, ético y adecuado de las investigaciones hemos elaborado un protocolo de actuación para la realización de estas investigaciones”.
“En la fundación nos preguntamos por qué no acercar la universidad pública a las personas con discapacidad intelectual, que por su realidad tienen un acceso casi residual”, explica Óscar Seoane, gerente de la entidad. “La vida universitaria está marcada por un fuerte componente relacional entre las diferentes personas, culturas y realidades; —continúa— también la universidad da pie a la generación de sinergias de colaboración entre entidades del tercer sector y esta. Además, la universidad forma a aquellas personas que en un futuro serán quienes tengan la responsabilidad de crear leyes, ejercer la docencia, etc. y nunca podremos decir que tenemos una sociedad inclusiva, si no tienen un conocimiento y una mirada que les permita entender la realidad de las personas con discapacidad intelectual”.
Prácticas conjuntas en el Taller MakerLab
Hoy nos los hemos encontrado en el Taller MakerLab de la facultad, una ocasión única para entrar en contacto con materiales didácticos que promueven las enseñanzas STEAM. Para ello, estudiantes de grado y de la fundación se han juntado para compartir una experiencia nueva: trabajar en robótica, realizar montajes con Chroma Key… Las actividades han sido preparadas por estudiantes de la Facultad de Educación de Bilbao y ahora lo van a poner en práctica compartiendo mesa con estos nuevos compañeros y compañeras. Mikel, estudiante de la fundación, está deseando comenzar con la experiencia, “sobre todo hacer vídeos y las gafas”; a Endika, sin embargo, le preocupaba tanta tecnología, pero ya le va quitando el miedo.
La experiencia está siendo muy enriquecedora para todas las partes implicadas en el proyecto. Asier Muñoz, estudiante de segundo curso de Educación Primaria destaca “la actitud proactiva de los participantes. Me hace especial ilusión trabajar en el proyecto de hoy con este grupo; estas pequeñas acciones son muy importantes para llegar a una inclusión real y espero poder seguir creando proyectos como el de hoy”, asegura. En su opinión “como futuros profesores necesitamos conocer realidades distintas a las nuestras”.
Saioa Koskorrotxa es de la misma opinión; estudiante de segundo grado de Educación Primaria, considera que le “ha parecido muy enriquecedor como persona y para mi formación profesional de futuro participar en este proyecto”. Subraya que es “una experiencia única para ambas partes, para nosotras porque no todo el mundo tiene la oportunidad de participar en un proyecto así; tener esta aula aquí es un gran paso hacia la inclusión y es perfecto para que se visibilice este colectivo y para ellos porque es un gran paso que les permite hacer este tipo de proyectos”.
“Esta es la primera Aula Universidad-Sociedad que ponemos en marcha desde la UPV/EHU y no va a ser la última —avanza el vicerrector del Campus de Bizkaia, Gorka Moreno—. Estas aulas nacen con la vocación de colaborar con el tejido social y cultural de la comunidad, buscando el impacto social de nuestra universidad y siguiendo para ello nuestro lema: “Eman ta Zabal Zazu“. Queremos que esta aula redunde en un mayor bienestar para nuestra sociedad. Me gusta hablar de universidad ciudadana para referirme a la universidad implicada con su territorio y con sus personas y esta Aula Universidad Sociedad, de la mano de la Fundación Síndrome de Down de Euskadi, es un claro ejemplo de ello”, resalta Moreno.
“Con esta iniciativa, explica Garay, queremos contribuir también al desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) con los que construiremos una facultad sostenible, amable y acorde a los tiempos actuales. En concreto, a través de esta aula, añade la decana, desarrollamos el ODS 4 (Educación de Calidad basada en la inclusión, conocimiento y respeto mutuo) y también potenciamos la implementación del ODS 10, referido a la reducción de las desigualdades”.
Una valoración positiva que comparten desde la Fundación de Síndrome de Down del País Vasco, quienes esperan que “esta aula de la experiencia sea el inicio de un proyecto a medio largo plazo donde la universidad se convierta en un referente de la inclusión. Una inclusión activa y real, donde las personas con discapacidad intelectual estén incluidas en la vida de la universidad y participen de todas aquellas iniciativas y proyectos que la comunidad universitaria desarrolla a lo largo del año”, como propone su gerente, Óscar Seoane.
“Evidenciando el éxito que pueda tener esta iniciativa pretendemos fomentar la creación de más aulas de estas características que puedan contribuir a desarrollar más Objetivos de Desarrollo Sostenible en nuestra Facultad”, concluye la decana Urtza Garai.