Desde los equipos decanales y de dirección de los centros de la Universidad del País Vasco se ha constatado que el estado psico-social del alumnado se ha deteriorado durante el periodo en el que la actividad universitaria presencial permaneció suspendida y el posterior en que han estado vigentes las medidas que han adaptado la docencia a escenarios de distanciamiento social, aforo limitado y adopción de medidas higiénico-sanitarias. Se ha detectado, por tanto, un malestar de origen incierto en algunas y algunos estudiantes. Además, esa percepción coincide con el aumento de las consultas recibidas en el Servicio de Atención Psicológica en los primeros meses de este curso académico (concretamente un 25 % más con respecto a los mismos meses del curso pasado).

Por otra parte, también hay muchos y muchas estudiantes que, ya sea porque no lo pueden expresar o porque confluyen en ellos diversas circunstancias que suman dificultades a la hora de afrontar y gestionar su malestar, no han recurrido a los distintos servicios que la Universidad les ofrece y se quedan muchas veces en situación de vulnerabilidad o con apoyos precarios que son insuficientes para desbloquear dicho malestar.

“Esa realidad ha llevado al equipo rectoral a plantearse la conveniencia de desarrollar una intervención con la comunidad universitaria que nos permita abordar las necesidades del alumnado de manera pragmática y eficiente. Esa intervención social se concreta en el proyecto de creación de la Red de Escucha y Respuesta de los Centros de la UPV/EHU”, concreta Fernando Tapia Alberdi, vicerrector de Estudiantes y Empleabilidad.

Proyecto participativo

El proyecto de la Red de Escucha y Respuesta de los Centros de la UPV/EHU es un proyecto participativo impulsado por el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleabilidad que pretende la creación de una estructura informal de colaboración entre el alumnado universitario, el profesorado y los centros universitarios, con el apoyo de la dirección de Estudiantes y el Servicio de Atención Psicológica, para hacer posible una intervención que dé respuesta al impacto provocado en el alumnado por la pandemia de la Covid-19.

“Partimos de la idea de que los mejores instrumentos para detectar e incluso aliviar el malestar de nuestro alumnado derivado de la pandemia son la cercanía, la observación, la escucha y el acompañamiento de sus pares y el profesorado de su centro, y de que los modelos de afrontamiento activo y de gestión de emociones adecuados pueden ser vehiculados en contextos informales por referentes cualificados”, explica el vicerrector.

Se basa en el trabajo colaborativo de todos los agentes implicados

La Red de Escucha y Respuesta tiene como finalidad detectar a la vez que dar una primera respuesta a las necesidades del alumnado más vulnerable provocadas por la pandemia. Gracias al trabajo colaborativo de todos los agentes implicados será posible llegar de manera eficiente a todo el alumnado, dando respuesta a las necesidades concretas que presenten, pero actuando también a nivel preventivo.

“Con este proyecto no pretendemos que los agentes implicados se conviertan en psicólogos, trabajadores sociales, asesores jurídicos u orientadores académicos –precisa Fernando Tapia-, sino, mediante una breve formación, dotarles de una caja de herramientas que les permitirá, en primer lugar, detectar y entender el origen del malestar de determinados estudiantes y, a continuación, darles a conocer los recursos que le ofrecen la Universidad u otras entidades externas y que pueden ayudarles a aliviar su situación”.

Primeras reuniones

Para empezar a articular la Red, se ha contactado con los Consejos de Estudiantes Central y de Campus, con los y las delegadas del alumnado, los y las coordinadoras de titulación y los y las vicedecanas de Alumnado de los centros de la UPV/EHU. La Red se apoya, por tanto, en estructuras de coordinación preexistentes en los centros, lo que garantiza un funcionamiento más ágil y dinámico, y la posibilidad de dar una respuesta más eficiente a los problemas que se detecten.

Por otra parte, y dado que habrá personas, tanto entre el profesorado como entre el alumnado, que, por distintos motivos, estén interesadas en participar en el proyecto, parece también importante favorecer su integración en la Red.

“Cuando aludimos a necesidades del alumnado, nos referimos tanto a situaciones de malestar leve, que podrían ser atendidas y/o resueltas mediante la escucha, el acompañamiento o la orientación del alumnado o del profesorado implicado en el proyecto, como a situaciones de malestar más severas que eventualmente podrían requerir que el o la estudiante solicite los servicios del Servicio de Atención Psicológica”, concreta el vicerrector.

La metodología escogida es la de la investigación-acción participativa

Dado que el proyecto está planteado desde su inicio como una intervención que parte de las inquietudes y necesidades de la comunidad universitaria, especialmente el profesorado y el alumnado de los centros de la UPV/EHU, y que concibe a ese colectivo como una comunidad participativa, proactiva y comprometida que participa de la gobernanza de la institución, la metodología escogida para llevarlo adelante es la de la investigación-acción participativa. Parte, por tanto, de la idea de que las personas que integran la comunidad universitaria tienen la capacidad de determinar la existencia de un problema y de llevar a cabo acciones que intenten solventarlo. Para ello se genera un grupo motor nuclear y se desarrollan ciclos de acción-reflexión coordinados por personas colaboradoras y facilitadoras.

Nuevas fases

Tras las primeras reuniones y recogidas las inquietudes de las personas participantes, se plantean nuevas fases para avanzar en el proyecto. A partir de ahora, se continuará con las presentaciones en cada centro del proyecto y del procedimiento de la Red por parte de las personas implicadas, con la apertura de canales de comunicación que recojan propuestas para el diseño de la Red dentro del proceso participativo.

Una vez incorporadas las iniciativas y propuestas de todos los agentes implicados, se presentará el proyecto definitivo de Red y, a continuación, durante este segundo cuatrimestre del curso 2021-2022, se procederá al diseño de los cursos de formación para los agentes implicados en el proyecto.

A partir de ese momento, en el curso 2022-2023 se comenzaría con la fase de intervención, realizando un seguimiento y evaluación permanente de la intervención por parte de los agentes implicados.