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Rectora de la Universidad del País Vasco

Eva Ferreira: «La mejora de nuestra labor como universidad requiere un desarrollo profesional ilusionante de todo el personal»

  • Entrevista

Fecha de primera publicación: 02/03/2023

Eva Ferreira, rectora de UPV/EHU
Eva Ferreira, rectora de UPV/EHU | Foto: Nuria Gonzalez. UPV/EHU

Poco después de cumplirse la mitad del presente mandato, la rectora de la Universidad del País Vasco, Eva Ferreira, ha acudido a la Comisión de Educación del Parlamento Vasco. La comparecencia tenía como objeto, por una parte, dar cuenta del trabajo desarrollado a lo largo de los dos últimos años y, por otra, realizar un avance sobre las prioridades marcadas para los dos próximos años, con un horizonte más amplio que abarca hasta el próximo 2030. Con ese motivo, Campusa entrevista a la rectora para conocer de cerca su evaluación de la Universidad del País Vasco en el contexto de la actualidad social y académica.

 

Recientemente se han celebrado, en las capitales vascas, las ferias de orientación universitaria, con la asistencia de más de 11.000 personas. ¿Cómo definiría la oferta académica del próximo curso?

Si bien tenemos que ser muy flexibles en la oferta de posgrado, la oferta de grado es y debe ser más estable. Ese estos dos años se han añadido tres nuevos dobles grados (Ingeniería Civil + Arquitectura Técnica, Ingeniería Mecánica + Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, Educación Infantil + Educación Primaria); así como un nuevo grado en Ingeniería Biomédica, dual y en inglés.

Estamos estudiando cómo agilizar la oferta de másteres para que sea más atractiva a nivel internacional.  De momento, tenemos ya 9 títulos calificados como Erasmus Mundus, el triple de hace tres años.

Además de los cambios o adaptaciones de los planes de estudios para hacerlos duales e internacionales, quiero destacar las apuestas metodológicas interdisciplinares. Favorecemos proyectos de innovación educativa, impulsando la colaboración entre estudiantes de diferente formación para elaborar trabajos fin de grado y fin de máster orientados por retos sociales. Tenemos ejemplos de éxito, como Formula Student, Ocean i3 o la clínica jurídica.

 

En el ámbito de la investigación, se cuestionan con cierta frecuencia las relaciones Universidad-Empresa, por posibles conflictos de intereses. 

Toda la actividad de la universidad pública vasca está siempre dirigida al beneficio social. Suelo decir que la universidad debe estar en el centro de la sociedad y la sociedad en el centro de la universidad. La sociedad está estructurada en instituciones, empresas y agentes del tercer sector. Todas estas entidades son aliadas indispensables y la universidad debe mantener una estrecha relación con ellas.

Por ello, fomentamos la transferencia del conocimiento y la ligamos a la formación para que el estudiantado conozca directamente la realidad que se encontrarán en su vida laboral y social.  Así, impulsamos la creación de aulas de Universidad-Empresa y también las aulas Aprendizaje-Servicio. En ambos casos se promueve la formación vinculada a retos reales propuestos por una entidad externa. Por supuesto, todas las alianzas deben hacerse en ausencia de conflictos de interés, con un total respeto al conocimiento y a la evidencia científica, de forma que en todos los acuerdos el estudiantado se vea beneficiado en su formación curricular.

 

¿Es posible que la pandemia que hemos padecido haya supuesto, en el ámbito de la digitalización, un acicate?

Nuestra universidad se había embarcado en una profunda transformación del modelo docente, impulsando la incorporación de nuevas tecnologías a través del proyecto educativo IKD (Aprendizaje Cooperativo y Dinámico). Pero es evidente que la pandemia nos obligó a acelerar ese cambio. Podríamos decir que es un efecto positivo en medio de una experiencia colectiva tan dolorosa y traumática. De todos modos, las nuevas tecnologías y la presencialidad se complementan, no se excluyen. El aula física es totalmente compatible con las nuevas tecnologías. Somos una universidad presencial, y mantener un alto grado de presencialidad en el período de pandemia ha sido un gran acierto tanto en el ámbito de la formación estrictamente académica como en el desarrollo de las relaciones interpersonales.

 

La internacionalización es uno de los ejes transversales del Plan Estratégico actualmente en marcha. ¿Qué objetivos se han marcado en ese ámbito?

Estamos entre las 400 primeras universidades del mundo, según el ranking de Shanghái. Aunque crecemos a buen ritmo, para mantener e incluso mejorar esa posición deberíamos crecer a un ritmo aún mayor. Es importante aumentar los recursos dirigidos a impulsar la investigación universitaria de excelencia. Ello debe hacerse desde la propia universidad y también mediante alianzas sinérgicas con otros agentes, alianzas donde la aportación que corresponde a la investigación universitaria tenga un papel fundamental. Nuestro objetivo sería situarnos entre las 300 mejores universidades del mundo, pero ello exige un compromiso de la sociedad vasca, que decididamente confíe en y apueste por esa mejora de la universidad pública.

En la sociedad global de hoy, una universidad no puede considerarse como tal sin una clara apuesta por la internacionalización. Y la internacionalización pasa por ampliar nuestra oferta en otras lenguas, especialmente en inglés, y en aumentar la participación de todos los colectivos universitarios en distintas modalidades de experiencia internacional. De hecho, en posgrado queremos llegar a que todo el estudiantado tenga una experiencia internacional significativa. 

El Campus Eurorregional, con la Universidad de Burdeos, y la alianza Enlight, con 9 universidades de 9 países europeos distintos, son apuestas estratégicas que van en esa dirección.

 

En el Plan Estratégico se habla de la necesidad de rejuvenecimiento de la plantilla universitaria. En el caso del PDI, ¿de qué modo se va a afrontar esa necesidad?

Es fundamental que el personal que responde a los requerimientos de su trabajo pueda estabilizarse antes de los 40 años. A este respecto ya hemos avanzado, acelerando la ejecución de las OPE de los últimos tres años. Como consecuencia, hemos reducido notablemente el tiempo de espera para optar a puestos permanentes.

Pero también es importante ofrecer una proyección ilusionante de desarrollo profesional y personal; en el diseño de las OPE hemos conseguido desatascar la promoción. Nos consta que esta gestión eficaz está respondiendo a las expectativas de una parte importante del PDI. Por otra parte, la mejora de nuestra labor como universidad requiere un desarrollo profesional ilusionante de todo el personal.

 

¿Va a cumplir la UPV/EHU con el objetivo de reducir la temporalidad en el colectivo del Personal de Administración y Servicios por debajo del 8% para el 31 de diciembre de 2024?

Si, sin duda alguna. Fruto de múltiples reuniones de la mesa negociadora del PAS funcionario y laboral se alcanzó, con la representación de trabajadoras y trabajadores, un amplísimo acuerdo referente a las ofertas públicas de empleo. Se aprobaron las bases generales y específicas para la cobertura de 1.148 plazas antes del 31 de diciembre de 2024 y ya estamos trabajando en esa dirección. Empezaremos por los procesos de promoción interna en el mes de junio, en paralelo se irán ejecutando los procesos extraordinarios de estabilización y a finales de año se celebrarán las pruebas de los procesos ordinarios.

 

La universidad ha implantado varias medidas para reducir los consumos energéticos, tales como cierre de centros en diferentes períodos del año, reducción de horas de calefacción… ¿Cuál ha sido el resultado de dichas medidas?

Las medidas de ahorro se han visto aceleradas por el aumento de precio de muchos bienes y servicios, especialmente el de la energía, pero esa acción ya formaba parte de EHUagenda, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Tengo que agradecer la colaboración de toda la comunidad universitaria, porque hemos conseguido un resultado muy significativo en 2022, con una disminución del 40% en el consumo de gas y de un 13% en el de electricidad. Ahora toca revisar tanto los aciertos como los posibles errores en la planificación, para que en 2023 las medidas no supongan mermas en el bienestar laboral.

 

El Plan de Racionalización de recursos humanos aprobado por el Consejo de Gobierno de octubre de 2022 ha originado cierta polémica, con motivo de la desaparición de las indemnizaciones a la jubilación anticipada.

Es cierto que ha habido contestación sobre todo por parte de la representación sindical, y en alguna forma es comprensible, ya que no es previsible que una medida que elimine incentivos genere simpatías entre las personas que aspiraban a obtenerlos.  

Pero hay que recordar que se mantuvieron varias reuniones con los representantes sindicales desde la denuncia del acuerdo previo, que se realizó en mayo, hasta la aprobación del plan, por el Consejo de Gobierno ya en el mes de octubre.  Lamentablemente, en este caso no fue posible llegar a un acuerdo con los sindicatos. Debo recordar que es una excepción dentro de la tónica habitual, ya que en el resto de asuntos se ha llegado a grandes acuerdos: condiciones de trabajo de las personas investigadoras predocs y posdocs, histórica OPE del PAS, nuevo reglamento de bolsas del PDI, reglamento para la contratación de personal investigador indefinido, mejoras en el ámbito de la conciliación de la vida personal y laboral, etc.  Así que hemos negociado y lo seguiremos haciendo: es nuestro objetivo y nuestra obligación, porque los acuerdos serán buenos para la comunidad universitaria. Siempre, por supuesto, dentro de las líneas que nos marcan las leyes, los presupuestos y la condición de servicio público.

 

Se habla a menudo de la escasa implicación del estudiantado en actividades ajenas a lo estrictamente académico. ¿Cómo se puede activar esa participación, tan necesaria?

Ciertamente, la participación de estudiantes en todos los ámbitos de la vida universitaria es esencial. Por eso el Plan Estratégico se refiere a esta cuestión y a la elaboración de un plan para favorecer la participación y la comunicación con este colectivo. No obstante, nuestro estudiantado participa cada vez más activamente tanto en actividades deportivas, culturales, solidarias y relacionadas con el asociacionismo estudiantil, como en las que tienen que ver con la representación del alumnado y la gobernanza de la universidad. Más del 60% del estudiantado han participado en actividades al margen de lo estrictamente académico. Así mismo, en estos dos años y gracias a la iniciativa de la representación del propio estudiantado, a quien debo agradecer su trabajo, se han reformado los estatutos y el reglamento del alumnado para favorecer la participación del colectivo en los órganos de gobierno de la universidad, centros y departamentos.

 

Continúa la polémica referida a los expedientes sancionatorios abiertos con motivo de los daños producidos el pasado curso en dependencias universitarias del Campus de Álava. ¿Cómo afronta el equipo de gobierno esa cuestión?

Desde algunas manifestaciones que se están realizando, se da a entender que los expedientes disciplinarios son una consecuencia de las protestas. Nada más lejos de la realidad. En la UPV/EHU la libertad de expresión es parte de nuestra identidad como universidad pública, y está amparada por nuestros estatutos. Por tanto, no hemos abierto ni abriremos expedientes por expresar protestas públicamente de forma cívica.

Ahora bien, atentar contra los bienes públicos o poner en peligro la integridad de las personas sí es objeto de sanción. Las infraestructuras de nuestra institución son indispensables para la actividad universitaria. Por otra parte, pertenecen a toda la sociedad, a todas las personas que la financian a través de sus impuestos, hayan podido disfrutar de ellas o no en la universidad. Es un gran esfuerzo el que hace la sociedad para sostener la universidad pública vasca. Y, por supuesto, la integridad de sus medios es prioritaria. Por eso, son inaceptables tanto las lesiones que sufrieron algunas personas como los daños al patrimonio público por un valor de más de 55.000 euros.