El área metropolitana de Bilbao fue entre los siglos XIX y XX uno de los epicentros de la industrialización en el sur de Europa. El cierre de gran parte de su tejido industrial puso en marcha una transición hacia una nueva etapa que supuso, además de una transformación socioeconómica, cambios urbanos y paisajísticos de primer orden. “Para propiciar una veloz transición entre estas épocas, se realizó una demolición masiva de instalaciones industriales obsolescentes, amparada por una política pública de tabula rasa”, apunta Alberto Salcedo, autor de la investigación del Departamento de Escultura y de Arte y Tecnología de la UPV/EHU.

Preocupado por el “borrado sistemático de las huellas del pasado industrial, que ha provocado la desaparición de todo tipo de fábricas, infraestructuras, etc.”, y por la “pérdida de memoria colectiva de la industrialización”, Salcedo trata de “revitalizar la memoria y el patrimonio industrial a través prácticas artísticas contemporáneas”.

Tras realizar un profundo análisis documental del patrimonio industrial en los archivos de la Diputación Foral de Bizkaia, del Gobierno Vasco y en los archivos municipales de Bilbao, el autor ha realizado un extenso trabajo de campo “para contrastar todos esos datos teóricos con la realidad, y ver en qué situación se encuentra el patrimonio industrial”, explica Salcedo. En esa comparativa, “se han generado una serie de controversias, porque no había una coincidencia entre los datos que manejaban las instituciones y la situación real del patrimonio, y eso me ha servido como motivación para generar una serie de obras artísticas”, afirma.

En su investigación, Salcedo ha encontrado “ejemplos de abandono, como por ejemplo de los edificios de la harinera Grandes Molinos Vascos y de Talleres de Zorroza —situados en Zorroza—, catalogados como bienes del Patrimonio Cultural Vasco, en estado de extrema degradación y en peligro real de colapso”, que le han llevado a presentar sendas denuncias por delitos contra el patrimonio.

Patrimonio industrial a través del arte

Salcedo remarca que “la conservación del patrimonio es un beneficio para todos. Tenemos una riqueza industrial que no tienen en otros sitios, y que bien explotada puede generar un beneficio a nivel turístico o económico”. En ese sentido, Salcedo ha trabajado en nueve proyectos artísticos, “basados en diferentes propuestas y con diferentes técnicas, que van desde el simple registro fotográfico hasta instalaciones y acciones performativas”. A través de la experimentación artística multidisciplinar, “he constatado cómo el arte puede revitalizar el patrimonio industrial, facilitar su reutilización y revalorizarlo. Creo que el arte ayuda a conservar esa memoria de la industrialización —afirma—. Cuando presentas patrimonio industrial intervenido a través del arte, creas otra manera de mirar el patrimonio: ya no lo ven como fábricas y máquinas viejas que se tienen que conservar y que no generan riqueza”.

Actualmente, Salcedo está seleccionando fotografías y vídeos de entre los 15.000 archivos conseguidos durante el trabajo de campo. Cuenta con grabaciones de muchos espacios industriales que ya han desaparecido. Además, ha encontrado un repositorio de imágenes de vídeo de demoliciones de diferentes fábricas en el Departamento de Ordenación del Territorio, del que no se tenía constancia. Está trabajando para “poner todo este material a disposición del personal investigador y de diferentes entidades y museos”.

Información complementaria

Este amplio estudio y la experimentación artística han sido llevados a cabo en el marco de la tesis doctoral de Alberto Salcedo, dirigida por el profesor de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU Juan Andrés Crego Morán, dentro del programa de doctorado de Investigación y Creación en Arte Contemporáneo, y ha obtenido una nota de sobresaliente Cum Laude por unanimidad.