El proyecto SOSTEPASTO (Pastoreo de montaña: calidad y trazabilidad de alimentos tradicionales, biodiversidad, adaptación del sistema al cambio global y desarrollo rural) ha demostrado que los sistemas de pastoreo de montaña pueden aportar múltiples beneficios socio-ecológicos a la sociedad. Se trata de un trabajo interdisciplinar en el que han participado Luis Javier Rodríguez Barrón, del grupo de investigación Lactiker, Arantza Aldezabal, del FisioClimaCO2, y Eneko Garmendia, del Departamento de Economía Aplicada y grupo ekopol.

Según explican los investigadores, desde el punto de vista ecológico, los sistemas de pastoreo de montaña pueden ayudar a mantener la biodiversidad y la alta calidad nutritiva de los pastos, y reducir el flujo de CO2 del suelo. “La investigación muestra que con los rebaños que pastan en los pastos de montaña se pueden producir alimentos saludables de alta calidad. En el queso producido con esos rebaños no sólo se han encontrado los rasgos sensoriales característicos, sino que se ha identificado un perfil más saludable de ácidos grasos y una mayor presencia de compuestos antioxidantes beneficiosos para la salud”.

Por otra parte, desde el punto de vista socio-económico, el estudio demuestra que los sistemas de pastoreo de montaña pueden generar puestos de trabajo e ingresos en zonas rurales con escasas alternativas económicas y evitar, así, ser un sistema ganadero muy dependiente de las subvenciones. “Para reducir esa dependencia y garantizar unos ingresos dignos, el estudio demuestra la importancia de que los pastores sean dueños de toda la cadena de valor”, comentan. Los datos recogidos muestran que los pastores productores de queso Idiazabal obtienen mayor rentabilidad y nivel de empleo que los que venden la leche producida a la industria. Por tanto, la dependencia de las subvenciones de los pastores que elaboran queso es notablemente menor que la de otros ganaderos.

En relación con la viabilidad económica del pastoreo de montaña, el trabajo indica que los pastos comunales de montaña contribuyen decisivamente a la supervivencia de esos sistemas. “Los pastos comunales, además de proporcionar un porcentaje importante del forraje que necesitan las ovejas, permiten captar numerosas ayudas económicas canalizadas a través de la Política Agraria Común, entre otras cosas por los beneficios ecológicos que generan. Para garantizar esos beneficios ecológicos es imprescindible impulsar modelos de gestión sostenibles en consonancia con unas condiciones de trabajo dignas”, precisan los investigadores.

No es fácil impulsar modelos de gestión sostenibles. Los pastos de montaña son sistemas multifuncionales y, a menudo, se dan conflictos entre intereses diferentes. Uno de los objetivos principales de este proyecto de investigación ha sido analizar la contribución de la colaboración multidisciplinar en la construcción de modelos más sostenibles. “La propuesta metodológica integradora realizada muestra que es posible identificar y analizar de forma transparente los beneficios y perjuicios de los diferentes modelos de gestión. Esos elementos, junto con la participación de distintos grupos de interés, son imprescindibles para impulsar modelos más sostenibles y dar respuesta a los retos actuales del pastoreo de montaña”, concluyen.

Información complementaria

El proyecto SOSTEPASTO (Pastoreo de montaña: calidad y trazabilidad de alimentos tradicionales, biodiversidad, adaptación del sistema al cambio global y desarrollo rural), que está financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad, ha contado con la colaboración de investigadores del Departamento de Farmacia y Ciencias de los Alimentos, del Departamento de Biología Vegetal y Ecología y del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco, junto con investigadores del Basque Centre for Climate Change (BC3) y de la Unibersitat Autonoma de Barcelona (UAB).