Las ventajas que ofrecen las tecnologías de la Industria 4.0 son muy amplias y variadas: reducen los tiempos de procesamiento, los recursos y las herramientas necesarias, mejoran la gestión de las operaciones, aumentan la productividad… Para analizar cómo afecta todo esto a la seguridad y salud laboral de las personas, el grupo de investigación de la UPV/EHU diseñó una encuesta que fue respondida por 130 personas directivas y/o técnicas de empresas pioneras en el desarrollo de tecnologías de la Industria 4.0. “A continuación, seleccionamos proyectos representativos de integración tecnológica representativos de los 8 grupos tecnológicos: (Fabricación Aditiva, Inteligencia Artificial, Visión Artificial, Big Data y/o Analítica Avanzada, Ciberseguridad, Internet de las Cosas, Robótica y Realidad Virtual y Aumentada) para analizarlos en profundidad. Para ello, tras 37 entrevistas, analizamos otras fuentes de información como informes de proyectos e informes técnicos”, explica Iker Laskurain Iturbe, miembro del grupo de investigación y uno de los autores del trabajo.  

Según se ha observado en la investigación, “en general, las tecnologías analizadas de la Industria 4.0 influyen de forma positiva en la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras de cualquier empresa”. Sin embargo, “también surgen nuevos problemas o riesgos emergentes —principalmente psicosociales—que las empresas deben tener en cuenta para mantener la confianza y la salud de las personas empleadas. Las influencias en los nuevos riesgos emergentes se han detectado en todas las tecnologías excepto en Internet de las Cosas”, subrayan Germán Arana Landín y Mikel Iturrate.  

Por ejemplo, “la Inteligencia Artificial hace que las cámaras en oficinas realicen una vigilancia proactiva, de tal manera que pueden ayudar a mejorar la ergonomía de la plantilla, puesto que la cámara está captando información in situ, recogiendo en todo momento los movimientos de los empleados y las empleadas y pudiendo extraer información para dar recomendaciones de corrección”, señala Beñat Landeta Manzano. No obstante, “la plantilla puede sentirse vigilada e incluso estresada con esa acción”, añade el investigador de la UPV/EHU.  

Algo similar ocurre con la llegada de los robots a la empresa. Los robots pueden hacerse cargo de labores peligrosas y aliviar a las personas empleadas de tareas repetitivas, estresantes y pesadas en una cadena de montaje. La robótica creará muchos empleos nuevos, de modo que las personas que pierdan su trabajo deberán adquirir nuevas habilidades y se deberán enfrentar a una situación de incertidumbre, lo cual puede producir situaciones de estrés y ansiedad.  

El personal investigador reconoce las limitaciones que tiene este trabajo, en cuanto al bajo número de empresas analizadas, o la necesidad de recoger las opiniones de todos los agentes implicados en la difusión de las tecnologías de la Industria 4.0 en los distintos subsectores industriales. Así que las futuras líneas de investigación deberán abordar estas limitaciones: por ejemplo, la influencia de cada tecnología debería analizarse con una muestra más amplia; también sería interesante llevar a cabo esta investigación en diferentes sectores industriales y tener la perspectiva de cada parte interesada: trabajadores/as, directivos/as, proveedores…  

A pesar de todo, los autores coinciden en que “las tecnologías de la Industria 4.0 ofrecen muchas más oportunidades, ayudan a las empresas a ser más eficientes y competitivas. En cuanto a su implantación, la comunicación y formación previa son factores clave en la gestión de la seguridad y salud laboral, ya que reducen los nuevos riesgos generados. Es una manera de implicar al personal de cualquier empresa en el proceso de cambio”.

Información complementaria 

Esta investigación ha sido elaborada por Germán Arana Landín, Iker Laskurain Iturbe, Mikel Iturrate y Beñat Landeta Manzano. La mayoría forman parte del grupo de investigación IT1691-22 Inteligencia tecnológica para el desarrollo económico sostenible de la empresa en la sociedad de la UPV/EHU financiado por el Gobierno Vasco y participan en el proyecto Zirbotics financiado por la fundación Euskampus dentro del programa Misiones I.