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In memoriam: Diana Rivero

  • Crónica

Fecha de primera publicación: 15/01/2016

Diana Rivero
Diana Rivero

A la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación llegó primero como alumna. Y se quedó. Diana Rivero se licenció en Periodismo por la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea en 2007. En 2013, y ya incorporada al Departamento Periodismo II, se doctoró con una investigación sobre la situación profesional de las periodistas en los principales medios de comunicación del País Vasco. Esa preocupación suya por escrutar con perspectiva de género las condiciones en las que se desarrolla la tarea de informar y sobre los procedimientos para hacerlo mejor la llevaron a integrarse en 2008 en la recién nacida Red Vasca de Periodistas con Visión de Género-Kazetarion berdinsarea. Esta red surgió de las periodistas que asistieron al encuentro que un año antes la red Internacional del mismo nombre había celebrado en Oviedo.

La enfermedad de Diana fue larga; y dura. Uno de sus temores era que le dieran la baja permanente. La quimioterapia, además de arrebatarle la melena, le había mermado la sensibilidad en los dedos, a pesar de lo cual, seguía usando el ordenador, acudiendo a la hemeroteca a sacar datos para escribir artículos y proponer su publicación a revistas de prestigio. Uno de los últimos, que tituló ‘Intragender violence, a new challenge for correct news coverage', sobre el tratamiento informativo que había tenido el asesinato de Koldo Losada, en Bilbao, a manos de su marido en noviembre de 2014, estaba aceptado y a la espera de publicación desde julio de 2015. La violencia intragénero en los medios está escasamente estudiada y ella quiso explorar esos nuevos territorios.

En la misma línea de estudios de género, también se interesó y escribió sobre los destinos profesionales de quienes se licenciaban en Periodismo (La feminización de los estudios de periodismo: análisis del caso de la UPV/EHU), sobre la feminización de la profesión (The feminisation of journalism studies: an analysis of the Spanish case) y la pérdida de talento cuando se desprecian planteamientos igualitarios (Gestionar la pérdida de talento: responsabilidad social empresarial como herramienta para la incorporación en igualdad de mujeres y hombres a los medios de comunicación).

También investigó sobre la importancia de las nuevas tecnologías: La incorporación de las redes sociales a las rutinas periodísticas: el caso de la prensa vasca, El futuro periodista ante la Web 2.0: formación y uso, por destacar algunos de sus trabajos.

No es difícil imaginarla escribiendo despacio, ni haciendo los cuadros precisos para que los datos fueran más elocuentes; tecleando despacio, concienzudamente, por la misma razón en que aún de baja acudía a su despacho mientras libraba una lucha contra la enfermedad. Durante el segundo cuatrimestre del 2013/14, ya pendiente de su salud y sin fechas para intervenciones médicas, tomó la decisión de continuar con la docencia que tenía asignada: ‘Géneros informativos', de segundo curso. Comunicó al grupo de estudiantes que estaba enferma, pero que había previsto el modo de trabajo de forma que la docencia del grupo no se viera afectada ni se resintiera su formación. Se los ganó.

Un día de este noviembre, las autoridades médicas decretaron su baja permanente. Pero como le manaban los proyectos altruistas a borbotones, ya había previsto a qué dedicaría su tiempo cuando se repusiera: Concibió el proyecto de crear una fundación que ayudara a las personas enfermas sin medios económicos. La llamaría ‘Abróchame un botón'. Esa sensibilidad que había perdido en las manos, le impedía realizar tareas con precisión. Si el frío la sorprendía en la calle, paseando por su Balmaseda natal, sola, debía pedir ayuda a cualquier vecina para abrigarse: "Abróchame un botón".

No pudo ser. Diana murió el 3 de diciembre, 6 semanas después de cumplir 31 años.

 

Lucía Martínez Odriozola
Profesora del Departamento de Periodismo II. Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación