Hace dos décadas la inmigración en el País Vasco suponía el 3,2% de la población, desde entonces ha ascendido paulatinamente al 12,4%, lo que ha supuesto un cambio social y también un beneficio para la sociedad vasca, tanto demográfico, como económico. Todo eso lo sabemos porque Ikuspegi lo ha analizado durante ese tiempo y nos lo ha contado. Hoy celebramos su 20 cumpleaños.
Ikuspegi, el Observatorio Vasco de Inmigración celebra su 20 aniversario
Recorremos esas dos décadas de su historia de la mano de sus directoras y directores
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Fecha de primera publicación: 13/06/2024
“En 2003 el fenómeno de la inmigración de origen extranjero en el País Vasco era todavía incipiente, estaba en ciernes y se empezaban a detectar los primeros flujos relevantes, aunque todavía no era una realidad notable en términos cuantitativos”, explica Julia Shershneva, directora de Ikuspegi – Observatorio Vasco de Inmigración desde 2019.
Sin embargo, ya en aquella época “empezaban a reverdecer los flujos migratorios, ahora de extranjeros”, recuerdan Xabier Aierdi y Cristina Blanco, ambos fundadores del Observatorio, en 2003. Por ello, el Gobierno Vasco “creó la primera estructura administrativa en el País Vasco orientada a la integración de las personas inmigrantes de la mano del consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo”, explican la y el sociólogo de la Universidad del País Vasco. “Una red creada bajo el paraguas del I Plan Vasco de Inmigración, que, además de Ikuspegi, acogió el Foro para la Integración de Inmigrantes; Heldu, para la atención jurídica; Biltzen, como servicio para la mediación intercultural; y la Red Municipal de Técnicos/as de Inmigración. Además de otros movimientos sociales que se anticiparon a la situación venidera y que se enfocaron en el análisis y trabajo por la convivencia entre la población autóctona e inmigrante, como Harresiak Apurtuz, entre otras”, recuerdan ambos investigadores.
El acuerdo fue firmado ese mismo año por el rector, Manuel Montero, y Javier Madrazo; se dotaba, así, de una estructura académica financiada por el Gobierno Vasco, compuesta por personal investigador de la UPV/EHU que se encargaría de ser “instrumento de conocimiento y monitoreo de los flujos y características migratorias en Euskadi, con la finalidad de orientar sus políticas de integración y convivencia”, explica Aierdi. “Ello suponía -añade- la realización de sondeos, encuestas, presentación de datos del padrón y la creación de un centro de documentación de carácter público”.
La estructura inicial fue pequeña y para decidir su composición se valieron de los estudios realizados por Cristina Blanco sobre organismos similares en Europa. “Sin duda, esos años de investigación sirvieron para implementar sobre tierra firme lo que sería el futuro observatorio”, recuerda Blanco. En los años posteriores ya “amplió su plantilla y adoptó la estructura definitiva de servicios que se editaban de manera regular, tanto para Gobierno Vasco como para otras entidades, principalmente municipios”, explica Aierdi. El trabajo realizado a lo largo de estos años ha permitido dotar de una gran riqueza de datos a las instituciones, con los que afrontar con mejores herramientas su labor de gestión de la inmigración e integración. Hasta el punto, según asegura el sociólogo, que “hoy por hoy, Euskadi es la comunidad autónoma que más información dispone sobre inmigración. Una visita a su página web es muestra impactante de la labor realizada”.
Gorka Moreno, actual vicerrector del Campus de Bizkaia y antiguo director del Oobservatorio (2011-2018), señala que “la mayor virtud que tiene Ikuspegi es que combina muy bien los tres ámbitos de la universidad: formación, investigación y transferencia. Su objetivo es que se entienda y conozca mejor el fenómeno de la inmigración, en el que ha utilizado dos vías: profundizar en el fenómeno a través de la investigación y la formación, pero también a través de la transferencia para que la sociedad entienda mejor el fenómeno. Me parece -concluye- un ejemplo inmejorable de su lema Eman eta Zabal Zazu”.
Un trabajo consolidado
Ikuspegi – Observatorio Vasco de Inmigración ha logrado convertirse en un referente académico como fuente sobre el fenómeno migratorio en Euskadi. “Además de sus barómetros de actitudes, cuenta con otras investigaciones e informes propios”, explica Julia Shershneva. “Así mismo, explica la actual directora del Observatorio, dispone de varios servicios especializados que ponemos a disposición de los diferentes agentes, como el servicio de consultas estadísticas; las aportaciones a la “estrategia antirrumor” que busca acabar con los prejuicios y estereotipos relacionados con la inmigración; una biblioteca o un servicio documental especializados en el ámbito de las migraciones, entre otros”.
Shershneva explica que en la actualidad “con estos y otros recursos, Ikuspegi viene trabajando en el campo de la investigación con gran parte de los agentes implicados en el área de la inmigración. En el caso institucional, además de su colaboración con el Gobierno Vasco, también ha dirigido investigaciones para las Diputaciones Forales, Mancomunidades, las tres capitales vascas y un importante número de municipios, a través de diagnósticos, investigaciones y planes de convivencia. Asimismo, también ha participado en investigaciones para diferentes entidades sociales y asociaciones”.
Observando el huracán
Desde que comenzó hace dos décadas la dinámica migratoria en el País Vasco ha pasado por diferentes fases: un inicio suave, allá por 2004, y su posterior parón, coincidiendo con la recesión económica, en 2009; tras lo cual se sucedió un periodo de recuperación y activación migratoria que se frenó con la pandemia. Ahora, en la época post covid, estamos viviendo una etapa nueva, que se percibe de diferente manera aquí y en el resto del Estado.
Mientras en el País Vasco “se sigue percibiendo una actitud positiva hacia el fenómeno de la inmigración” según los barómetros del Observatorio, en otras comunidades crece un movimiento de rechazo. “La reciente jornada electoral europea que ha visto reflejado el incremento electoral de varias formaciones políticas que no aceptan la inmigración hace incontestable la necesidad de este observatorio”, asegura Aierdi. Una convicción que comparte el resto de quienes han asumido en algún momento la dirección de Ikuspegi – Observatorio Vasco de Inmigración.
Como asegura Cristina Blanco, “Las migraciones podrán cambiar de signo, de sentido, de dirección, de características, de necesidades…. pero siempre existirán. Hoy día hablamos de migración en tránsito, de la importancia del asilo y del refugio con el recrudecimiento de guerras en entornos cercanos, etc. Cada época tiene sus características migratorias y unas directrices para afrontarlas. Precisamente por ello cualquier gobierno debería tener a mano una herramienta que le ayude a conocer las nuevas tendencias, preocupaciones y necesidades para elaborar las políticas adecuadas”.