El libro Entre selfies y whatsapps (Gedisa, 2018 Barcelona) es un diagnóstico de situación basado en evidencias actuales y fiables sobre las oportunidades y riesgos que supone para la infancia y adolescencia convivir con internet, tanto en Europa como en Latinoamérica. En sus diecisiete capítulos se analizan aspectos como el modo en el que los niños y niñas se enfrentan al ciberbullying y al sexting, la gestión de internet en la escuela o el papel de la familia. El trabajo, coordinado por Estefanía Jiménez, Maialen Garmendia y Miguel Ángel Casado, profesores de la UPV/EHU (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea) y miembros del equipo de EU Kids Online, se ha presentado hoy en la sede de la Comisión Europea en Madrid.
‘Entre selfies y whatsapps’: un diagnóstico exhaustivo sobre internet, infancia y adolescencia de Europa y Latinoamérica
El libro está dirigido a las familias, la comunidad educativa, y los agentes implicados en la seguridad online de los y las menores
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Fecha de primera publicación: 27/02/2018
Cada día más niños y niñas utilizan los medios digitales para descargar música, ver vídeos, hacer los deberes, participar en redes sociales y comunicarse. Esta realidad conlleva un mundo de oportunidades que no está exento de problemas y situaciones peligrosas derivadas del mal uso de la red. En este contexto, sus coordinadores destacan que “más allá de tópicos y alarmismo, es necesario formar en la prevención de riesgos y alentar a niños y niñas a que asuman su papel como internautas exigentes y conscientes con autonomía y seguridad”.
El libro es el resultado de la colaboración entre autores de más de una veintena de universidades europeas y latinoamericanas que abordan diferentes cuestiones relacionadas con la vida online de los y las menores. Cada capítulo se centra en un aspecto concreto: el ciberbullying, el sexting, el contacto con desconocidos, el uso excesivo, la perspectiva de género, la gestión del desembarco de internet en la escuela o la labor de mediación de las familias, entre otros. Según afirmó en la presentación Maialen Garmendia, “la clave para mejorar la seguridad en internet está en la educación, entendida en un sentido amplio: desde las familias y la escuela hasta las actividades extraescolares”.
Con la participación de la doctora Honoris Causa de la UPV/EHU e investigadora principal de la red europea EU Kids Online Sonia Livingstone, el libro permite conocer realidades de diferentes países, incluidos varios latinoamericanos. En este sentido, Carmelo Garitaonandia, catedrático de Periodismo de la UPV/EHU y coautor de uno de los capítulos, remarcaba en la presentación la importancia de prestar atención a la vida online de la infancia y adolescencia desde un punto global: “Aunque no es fácil conseguir datos fiables y seriados de todos los países de América Latina, sí es claramente constatable las diferencias de conexión entre los hogares de alto y bajo estatus socioeconómico, así como entre zonas urbanas y rurales, en países que han combinado un acelerado desarrollo económico con la emergencia de profundas desigualdades. En Brasil, por ejemplo, la población de mayores ingresos está conectada casi al 100%, mientras que la de menos ingresos no llega ni a una cuarta parte. Y en Colombia las diferencias de conexión entre hogares urbanos y rurales es de 6 a 1”.
Algunas reflexiones
En España y los niños y niñas disponen de su primer móvil a los 8 años. Hace seis años se accedía por primera vez a Internet a los 10 y se tenía móvil por primera vez a los 11. Aunque la presencia de niños y niñas en internet y el uso de teléfonos, tabletas y ordenadores son hábitos cada vez más tempranos, la exposición a los riesgos no ha aumentado en la misma medida. Sin embargo, la incidencia del bullying entre usuarios de 9 a 16 años se ha doblado en menos de una década: en 2010 un 15% declaraba haberlo sufrido en cualquiera de sus variedades, incluido el ciberbullying, y según los hallazgos de investigación recogidos en el libro, este dato se eleva al 31%. Así mismo, el porcentaje de menores que ha recibido mensajes sexuales ha aumentado extraordinariamente en los últimos años: casi uno de cada tres de los menores responden afirmativamente a esa pregunta.
Entre los riesgos detectados para la infancia y la adolescencia aparecen los mensajes sexuales, y el ciberbullying. En este último caso, la implicación del profesorado y la intervención del alumnado son parte esencial para detectar y combatir el ciberacoso. Los programas Ciberprogram 2.0 o Asegúrate son estrategias útiles para revenirlo, junto con los protocolos habituales utilizados en casos de bullying tradicional (el bullying cara a cara), que sigue siendo más frecuente que el online. En cuanto a los mensajes sexuales, la mayoría de jóvenes españoles entre 11 y 16 años (94,5%) opina que el sexting es una práctica peligrosa, el 44,7% admite que es parte del juego erótico y/o sexual y sólo uno de cada cuatro (19,5% de mujeres y 31’4% de hombres) considera que mejora las relaciones de pareja.
Aunque la Organización Mundial de la Salud no reconoce la adicción a internet a nivel clínico, sí existen jóvenes que presentan los síntomas habituales de las adicciones, que están enganchados. De todas maneras, tampoco hay que confundir el uso frecuente o abusivo de las redes con el uso problemático, el cual depende del grado de interferencia que internet pueda suponer en la vida diaria de cada persona.
Los riesgos existen, pero hay un aumento de la concienciación sobre ellos entre padres, madres y menores. Aunque la frecuencia de uso de internet y los dispositivos móviles ha aumentado y en consecuencia lo ha hecho el peligro, la proporción de quienes han sufrido daños tras afrontar riesgos en internet es menor. Así todo, es necesario dotar a los menores de recursos para que aprovechen al máximo las oportunidades que ofrece el entorno digital y minimicen esos riesgos.
El indiscutible acceso cada vez más temprano a internet es una oportunidad para que padres y madres supervisen o acompañen a sus hijos e hijas en el uso de móviles, tabletas e internet. Sin embargo, el apego por su teléfono y el deseo de privacidad dificultan la mediación de padres y madres, especialmente cuando sus progenitores respetan la privacidad y valoran la confianza de los niños y niñas.
En la educación digital la escuela debe jugar un papel activo. Invertir en infraestructura y en equipos es una oportunidad para aprovechar el potencial de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), pero no será suficiente si, al mismo tiempo, el profesorado no juega un papel más activo y hay una revisión de los métodos pedagógicos convencionales. Esta responsabilidad en la educación de los menores también debe ser compartida por madres, padres y el conjunto de la sociedad.
Entre selfies y whatsapps aborda también la situación en Latinoamérica, donde se han detectado diferencias significativas en la capacidad para acceder a internet entre los y las jóvenes de diferentes países. En Uruguay y Chile las posibilidades de acceso son mayores, los hogares están mejor conectados y presentan el mejor ratio de estudiantes por ordenador. En cuanto a porcentaje de colegios conectados a internet también se ubican en los primeros puestos junto con Costa Rica. En todos los países son significativas las diferencias de conexión entre zonas urbanas y rurales, así como entre el estatus socioeconómico alto y bajo.
Una red internacional de colaboradores
Este libro ha sido coordinado por Estefanía Jiménez, Maialen Garmendia y Miguel Ángel Casado, que junto con Iñaki Karrera y Carmelo Garitaonandia, forman parte del equipo español de la red EU Kids Online, de referencia en el estudio de la vida online de la juventud.
Dirigido por Sonia Livingstone, catedrática en Psicología Social de la London School of Economics y doctora Honoris Causa por la UPV/EHU, EU Kids Online está presente en una treintena de países, agrupa a más de un centenar personas académicas y expertas, algunas de las cuales participan en el libro, y su trabajo tiene una incidencia política muy relevante para el desarrollo de políticas en la Unión Europea. La red de investigación tiene como objetivo mejorar el conocimiento de los niños y niñas europeas, las experiencias de los padres y madres, y las prácticas relacionadas con la utilización segura de Internet y las nuevas tecnologías en línea.