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El investigador de la UPV/EHU Arkaitz Correa, premiado por el Grupo Especializado en Química Organometálica (GEQO)

“A veces vamos a contracorriente en este campo tan competitivo”, desvela Correa

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Fecha de primera publicación: 11/06/2019

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Aitor Correa. Foto: UPV/EHU

El Grupo Especializado en Química Organometálica (GEQO) concede anualmente tres distinciones a miembros del grupo que hayan destacado por sus contribuciones excepcionales en ese ámbito. Las menciones son las siguientes: la Medalla Rafael Usón, el Premio a la Excelencia investigadora y el Premio a Jóvenes Investigadores. Por este último ha sido galardonado Arkaitz Correa, doctorado en 2006 por Química Orgánica en la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU.

El Premio a Jóvenes Investigadores se otorga a miembros del GEQO menores de 40 años, valorándose la trayectoria investigadora de las candidaturas y, de manera especial, aspectos relacionados con el liderazgo y la independencia investigadora.

En estos últimos cinco años, Arkaitz Correa se ha centrado en desarrollar nuevas metodologías sintéticas que se enmarcan dentro de una química sostenible, la cual aboga por el uso de materias primas económicas y de baja o nula toxicidad, así como metales de transición abundantes en la naturaleza y de bajo coste. En particular, ha estudiado reacciones de funcionalización de enlaces C-H, que son enlaces presentes en todos y cada uno de los compuestos orgánicos y, por tanto, de gran disponibilidad.

Más en concreto, en los últimos dos años, él y su equipo han enfocado esta investigación básica hacia un campo más aplicado y de gran interés biomédico como es la modificación selectiva de compuestos peptídicos, que son compuestos que constituyen las proteínas, con una potencial actividad biológica y, por consiguiente, cualquier forma que permita una modificación selectiva es de gran interés interdisciplinar.

Por este enfoque ha logrado el galardón. “Ha supuesto una gran alegría y agradezco el reconocimiento. Supone un impulso para seguir, ya que muchas veces la cantidad de obstáculos que tenemos nos hace querer volver a irnos fuera donde las condiciones para montar un grupo son ínfinitamente mejores que aquí, eso es un hecho incuestionable”, asegura Correa.

A pesar de que el grupo de investigación tan solo contaba con cinco personas, “estoy muy orgulloso de que un grupo tan reducido y con pocos medios compitamos por estar en la vanguardia de este tipo de química, lo cual no siempre es fácil porque es un campo donde trabajan grupos de gran trayectoria, formados por equipos de muchísimas personas, y trabajando en centros de gran prestigio internacional”, afirma Correa.