Treceño, Jiménez, Martos y Pastor
Estas cuatro personas que llevan consigo la herencia de estos apellidos, Treceño, Jiménez, Martos y Pastor, son las protagonistas de un día dedicado a recordar la Memoria de nuestros antepasados. El 26 de Febrero de 2022, por iniciativa de la Asociación de profesionales y estudiantes de Criminología del País Vasco, cuya gran mayoría son egresados en el Grado de Criminología de UPV/EHU, las familias recibieron un reconocimiento en Bermeo por parte de las instituciones. Son la prolongación de la memoria de unos hombres, sus padres, que llegaron a un destacamento penal a Bermeo (Bizkaia) a partir de 1940, porque el gobierno del dictador militar Franco les obligó a trabajar como esclavos “para redimir su culpa” -por ser presos republicanos-. Tras el golpe de estado, en 1936,contra la República legalmente establecida, los explotaron para construir la vía férrea para el tren de Amorebieta-Pedernales-Bermeo. El máximo de ocupación de trabajo forzado lo fue en 1940, si bien todavía en 1958 encontramos los últimos sesenta penados trabajando en el ferrocarril entre Bermeo y Sukarrieta.
Según la investigación doctoral de la economista Dr. Ascensión Badiola Ariztimuño:
“Los penados eran clasificados dentro del Patronato Central de Redención de Penas por el Trabajo a través de un fichero fisiotécnico, establecido por el jesuita José Agustín Pérez del Pulgar, que recogía información sobre el penado: datos personales, condena, delito, valor profesional, categoría, casa última, jornal último, antigüedad en el oficio, confianza profesional, moralidad, deformidad o defecto físico, enfermedad y observaciones. Esta ficha debía ser firmada por el director, el médico y el capellán del último centro penitenciario donde estuviera registrado el recluso. Esta auténtica maquinaria explotadora de hombres se puso en marcha el 7 de octubre de 1938, al crearse el Patronato para la Redención de Penas por el Trabajo, que autorizaba al arrendamiento de la mano de obra esclava a particulares, efectivo a partir de enero de 1939. Afectaba sólo a los presos no comunes y tenía como objetivo la redención de los cautivos, lo que puso a prueba su salud física, psíquica y moral” (*tesis doctoral pp.193).
El ferrocarril de Amorebieta a Bermeo (*tesis doctoral pp.213)
“La mano de obra de presos y penados intervino también en el ferrocarril de Amorebieta a Bermeo en dos etapas diferenciadas: la primera, inmediatamente después de la caída de Guernica en manos del ejército rebelde, la cual se prolongó hasta el año 1945, y la segunda, desde la creación del destacamento penitenciario de Bermeo el 21 de enero de 1953, hasta su definitiva disolución el 30 de mayo de 1958. En la primera etapa, la inmensa mayoría de los penados eran republicanos, gudaris, milicianos y soldados, mientras que en la segunda fueron principalmente presos condenados por delitos comunes.
En este destacamento trabajó gente como:
Antonio Jiménez Navarro, nacido en Villagordo (Jaén) en 1914, de profesión campesino, sentenciado en consejo de guerra a 20 años por rebelión militar. Pasó por las cárceles de Córdoba, Vitoria, Larrinaga y la Tabacalera de Bilbao. El 1 de agosto de 1943 fue trasladado a Guernica y al batallón del ferrocarril Amorebieta -Pedernales.
José Martos Justicia de Huelma (Jaén), nacido en 1907, de profesión campesino, sentenciado en consejo de guerra a 20 años por rebelión militar. Pasó por las cárceles de Jaén, Astorga y Bilbao. Murió el 1.7.1949 en accidente laboral en las obras del ferrocarril Pedernales-Bermeo.
Manuel Miguel Pastor Escribano, natural de Lopera (Jaén), nacido en 1914, de profesión cantero, sentenciado en consejo de guerra en Jaén a prisión perpetua por el delito de adhesión a la rebelión, pena posteriormente conmutada a 30 años por Auxilio a la Rebelión. Pasó por la cárcel de Andújar, por las Minas de Almadén y en 1942 fue trasladado a la Prisión Provincial de Bilbao.
Miguel Martínez Márquez, de Arriete (Málaga), nacido en 1921 y de profesión agricultor, fue condenado el 1 de julio de 1937, en consejo de guerra, a la pena de 20 años de reclusión por delito de adhesión a la rebelión. Antes de ser destinado a Bilbao pasó por las cárceles de Granada y Astorga. Falleció el 19 de diciembre de 1945 en accidente laboral durante los trabajos de perforación del túnel de Portuondo, en las obras de prolongación del ferrocarril entre Pedernales y Bermeo.
La Orden de 14 de noviembre de 1939 publicada en BOE de 17 de noviembre de 1939, bajo el régimen franquista estableció:
(…)
―”En adelante, todo penado habrá de trabajar y aprender un oficio, si no lo sabe, para redimir su culpa, adquirir mediante el trabajo hábitos de vida honesta que le preserven de ulteriores caídas, contribuir a la prosperidad de la Patria, ayudar a su familia y librar al Estado de la carga de su mantenimiento en la Prisión”.
De entre los 119 batallones de trabajadores que hubo repartidos en compañías y en todo tipo de obras y trabajos por toda España, hay estimaciones de que en los tres territorios vascos se utilizó la mano de obra de 18.109 prisioneros [Fuente obtenida de MENDIOLA GONZALO, F., “El impacto de los trabajos forzados en la economía vasca y navarra (1937-1945)”. Documentos de trabajo de Asociación de Historia Económica, 2010; pp – 5.]
+ INFO
-Tesis doctoral: La represión franquista en el País Vasco. Cárceles, campos de concentración y batallones de trabajadores en el comienzo de la posguerra. Autora: Ascensión Badiola Ariztimuño. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
-El blog del historiador experto en ferrocarriles, Juanjo Olaizola AQUÍ:
http://historiastren.blogspot.com/2013/08/los-presos-del-ferrocarril-de-bermeo.html
-OLAIZOLA ELORDI, J. El ferrocarril de Amorebieta a Bermeo. Bilbao. ·Ed. Euskotren. 2005.
Se agradece a quien ha escrito esta reseña, que en su escrito no haya mencionado a la asociación de profesionales y estudiantes de Criminología del País Vasco, que la gran mayoría son egresados en el grado de criminologia del UPV-EHU y ha sido quien ha organizado este homenaje
Hola Aitziber,
gracias por la corrección. Ya he incorporado vuestra labor al texto y disculpa la errata. Saludos, Miren Gabantxo-Uriagereka