El exlehendakari Juan José Ibarretxe ha defendido hoy que “solo se puede entender el proceso de transformación socio-político y económico que ha vivido el País Vasco en estos últimos 35 años si atendemos a los factores culturales que lo han sostenido”. Ibarretxe, que actualmente dirige el Agirre Lehendakaria Center, ha tomado parte como conferenciante en el curso ‘Cultumetria’, que UPV/EHU ofrece dentro del programa Cursos de Verano Uda Ikastaroak 2016, en Bizkaia.
Cultumetría pretende realizar una medición del Impacto de la cultura en la sociedad combinando la óptica institucional, la académica y la de los propios gestores culturales. Su objetivo es hacer visible el valor de la actividad cultural como tractor de otras actividades, en este sentido cabría pensar en la actividad cultural como inversión y no como un gasto. En el curso, organizado por Álvaro Fierro del Grupo Urbegi, han participado personalidades de la talla de Ibarretxe, Ricard Zapata, profesor titular de Teoría Política de la Universitat PompeuFabra o Josep-MariaArauzo Carod, profesor titular del Departamento de Economía de la Universidad de Rovira y Virgili.
Para finales de este siglo XXI, las más de 5.000 lenguas, culturas e identidades existentes en este mundo “se verán reducidas a 500”, ha comentado Ibarretxe. El ponente ha asegurado que “lo local alimenta lo universal y, por lo tanto, la cultura vasca es importante para la cultura universal”. En su opinión, los objetivos de la cultumetría son la investigación y transferencia de la cultura porque “Cuando se ha trabajado en los factores culturales y nuestros valores, hemos logrado un desarrollo económico y social más equilibrado”, ha remarcado Ibarretxe durante su conferencia.
El exlehendakari ha alertado de los peligros de olvidar las políticas basadas en factores culturales. En su opinión este hecho nos haría “vivir políticamente más dependientes” y con “menos desarrollo social”. La cultura puede verse “como el elemento que define un proyecto de vida -ha comentado Ibarretxe- que está detrás de cualquier proceso de desarrollo humano sostenible y del incremento de la calidad de vida para las personas”.
Pero no todas las actividades culturales se interpretan de la misma forma. Así los espectáculos en vivo, como la danza, el teatro o la música, que destacan por ser representaciones puntuales con presencia personal, “se han visto claramente más afectados por la crisis y los recortes” ha declarado Josep-Maria Arauzo en su ponencia. Estas actividades no generan la misma renta y con la misma intensidad que el resto de sectores de la economía, “porque cuentan con un coste mayor en su creación que deriva en un alto precio y, sin financiación pública, casi nadie podría acceder a ellas” ha comentado el profesor Arauzo Carod.
Cultura universal
Ibarretxe ha definido la cultura como “la propia identidad que tenemos como sociedad, colaborativa con otras identidades y alimentada por ellas”. Mientras Ricard Zapata, ha destacado que, a pesar de encontrarnos hoy en día en sociedades más diversas debido a la inmigración “puede verse una falta de diversidad en las políticas culturales” ya que estas “obvian” la función social de cohesión y fomento de creatividad e identidad.
De esta forma, muchos inmigrantes artistas “no tienen la oportunidad de expresar su capacidad cultural en nuestras sociedades’, ha señalado el profesor Zapata. ‘Existen pocas posibilidades de que los inmigrantes participen en las fiestas o en la cultura popular’. La participación de estas personas en la cultura sería una forma de “cohesión”, e incluso de creación de un “sentimiento de pertenencia”, ha remarcado Ricard Zapata.
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