Este viernes 2 de mayo a partir de las 19:30h, .va a tener lugar la inauguración de la exposición de Alberto Rementería titulada EJERCICIOS DE MODELO en la galería Lumbreras , exposición que podrá visitarse hasta el 13 de junio, en los horarios habituales de la galería: de lunes a viernes, de 11:00h a 14:00h y de 17:00h a 21:00h
Con esta exposición abrimos el Fin de Semana de las Artes, que se completa con el programa siguiente:
SÁBADO 3 DE MAYO
12.00h Visita a la exposición guiada por el artista Alberto Rementeria.
13.00h Recital de música clásica a cargo de Yolanda Quincoces (soprano) e Idoia Aparicio (guitarra clásica).
19.00h Visita a la exposición guiada por el artista Alberto Rementeria.
20.00h Concierto Pequeñas melodías para pequeñas historias a cargo de la cantautora Goiuri Barandika (voz y piano).
Según nos dice el autor, ” Ejercicios de Modelo, son trabajos hechos para la clase, en un momento y unas circunstancias determinadas, que hasta ahora nunca han sido expuestos en público. Se realizaron, más o menos entre los años 97 y 2003 y como se ha dicho, en una situación especial. Son momentos de trasformación de planes de estudios, de propuestas de nuevas asignaturas, de cambios de rumbo en las expectativas de lo que te puede ofrecer a ti la pintura, y de lo que tú puedes ofertar a los que vienen después.”
Cuado entré en Bellas Artes en 1971, era un “moderno”, un moderno de pueblo, de Eibar concretamente, que desde los concursos de pintura al aire libre, había evolucionado hacia la abstracción (mi referente era Manolo Millares). De manera, que mi tránsito por la carrera, por asignaturas como las de modelo, fueron puramente testimoniales, en el sentido de presentarme a los exámenes e irlos pasando, sin tener especial interés en el tema. Digamos que en pintura, llevaba una trayectoria paralela. Resumiendo, se podría afirmar. que mi formación en Bellas Artes, no fue precisamente demasiado académica.
Mi evolución posterior, hizo que me identificara con posiciones que planteaban un rechazo a toda gramática a priori, a todo reconocimiento de estilo. Parafraseando a Arroyo: “la obra mal hecha tenía para mí, un alcance más intenso, en el deseo de trabajar sin red”.
Concebía la pintura, desde la necesidad de olvidar sus normas, de ir en contra. Esas reglas sustituían los recursos, como la emoción, y lo cambiaban por lo ya asumido como categoría estética, , lo bello, lo correcto. La idea era violentar la lógica del proceso para conseguir algo distinto.
Algo parecido a esto, es a lo que se refería Kirkeby cuando hablaba del “cuadro malo y no visto”, como una metáfora.
“Creo que fue Picabia quien dijo que un pintor es un “homo ludens” , que hace de todo y que sólo pinta los domingos , o con la mano izquierda detrás de la espalda, para pintar un cuadro que jamás se ha visto y que es muy malo. Es algo que solo se puede definir con palabras generales o estúpidas, es un cuadro que no se rige por las reglas externas, que no tiene que tener buena apariencia ni ser de mucho efecto, pero que está regido por una necesidad interior. Es como todo lo que se puede decir sobre el arte, una paradoja. Pero esa paradoja, esa idea imbécil, es un motivo para pintar una idea puramente subjetiva”.
Cuando Dokoupil dirigió el curso de pintura en el Circulo de Bellas Artes de Madrid (año 89) la propuesta a los alumnos de su taller, resultó de lo más paradójica. Les propuso, algo así como, que intentaran hacer un cuadro, lo más horroroso que pudieran. Que era una manera de decirles que intentaran columpiarse en la cuerda floja, que trataran de hacer lo que no sabían. Que trataran de olvidarse de lo que habían aprendido hasta entonces en pintura, para intentar sentirla. Pues el valor de una obra no estaba en su corrección, sino en la capacidad que pueda tener de emocionarnos, en su sentido más amplio.
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