Además de ofrecernos una fantástica conferencia dentro del Máster en Dirección de Empresas Executive MBA y el Máster en Marketing y Dirección Comercial, Ana Camacho, que en mayo de 2019 recibió el XIII Premio Empresarial de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia, nos traslada su opinión sobre el papel fundamental que tiene la dirección en la transformación de las organizaciones.
“La transformación de una organización es sin duda un proceso complejo, multidimensional y en el que el papel de la Dirección es fundamental. En un proceso de estas características se pone de relieve la posición de liderazgo de la Dirección y será difícil llegar a buen puerto sin un liderazgo activo que lo encabece.
En toda transformación deben tenerse muy en cuenta la estructura organizativa así como los recursos y capacidades disponibles en la organización. En función del escenario futuro dibujado, podría ser necesario adaptar la organización dado que ésta, debe responder siempre a un propósito y a una estrategia. En cuanto a recursos y capacidades, es imprescindible una evaluación previa objetiva y realista de lo que tenemos y de lo que necesitamos porque una mala planificación puede frustrar el proceso o lo que es peor, aun pudiendo llevarlo adelante, las consecuencias saldrán después en forma de ineficiencias, costes etc.
Pero si hay algún freno realmente determinante en el fracaso de una transformación, es ignorar la cultura de la organización. Los valores y cultura deben estar alineados para posibilitarlo y en ocasiones, incluso será necesario actualizar o ampliar algunos de ellos. Y éste no es un cambio ni rápido ni sencillo.
Así pues, supongamos que tenemos un equipo de dirección con el estilo de liderazgo adecuado, hemos evaluado la organización necesaria, los recursos y capacidades, y hemos diseñado el plan de adaptación cultural… ¿tenemos realmente claro cuál es la misión del proceso de transformación? Cualquier cambio en una organización tiene un hecho desencadenante y un objetivo final. Por tanto, cuando concluya el proceso, será necesario evaluar si realmente, a través de la estrategia diseñada, hemos dado respuesta a nuestro propósito.
Tomando como ejemplo nuestra empresa, Batz, la primera gran transformación se produjo a través de una diversificación de actividad motivada por la necesidad compensar los ciclos estacionales de la troquelería con un negocio complementario basado en una fabricación seriada de componentes para el mismo sector de automoción. Así, basándonos en conocimientos y capacidades existentes, abordamos una diversificación relacionada con un propósito de lograr sostenibilidad a largo plazo, desde el punto de vista de la rentabilidad y del empleo. Llevamos más de 55 años de historia por lo que el propósito definido en aquel momento, se está cumpliendo.
La decisión de la Dirección de diversificar la actividad, supuso adaptar la organización creando una nueva unidad de negocio que permitiera elevar las exigencias de eficiencia, productividad y desarrollo de producto a los estándares de la industria de componentes para la automoción. Además, posibilitó la segunda gran transformación de Batz: la internacionalización. En este caso, fue la propia estrategia de nuestros clientes, hacia la adjudicación de plataformas globales, lo que motivó el proceso. Debíamos multilocalizarnos para estar cerca de las plantas del cliente, y así lo hicimos. Hoy en día, el Grupo Batz está basado en aquella visión que nuestra Dirección de Negocio fue capaz de liderar. En este caso, quizás la evaluación de recursos y capacidades no fue la óptima y derivó en un desarrollo corporativo posterior a la existencia del propio Grupo.
En esta transformación hacia la internacionalización, hemos puesto a prueba la solidez de nuestros valores: el compromiso de cada una de las personas de Batz con el proyecto, el trabajo en equipo, el desarrollo de las personas o la orientación al cliente y la innovación y los hemos complementado con otros valores imprescindibles para nuestra nueva realidad como la orientación al logro y la mentalidad global. Este es el proceso de transformación más ambicioso y en el que estamos inmersos ahora, a través de nuestro proyecto de desarrollo del liderazgo de las personas de Batz.
Como responsables de la estrategia, desde la Dirección estamos comprometidos con su revisión anual para dotarla de flexibilidad y poder incorporar con rapidez los cambios para posibilitar adaptaciones rápidas a un sector, el de la automoción, que está viviendo una verdadera revolución hacia el nuevo concepto de movilidad. Nuevos modelos de negocio, nuevas formas de relacionarnos con el trabajo y en el trabajo… evolucionar para seguir compitiendo en este nuevo entorno sin perder nuestros valores es desde luego el gran reto que tenemos por delante y en este sí, que es imprescindible, el liderazgo de todas y cada una de las personas que conforman nuestro grupo.”
Gracias Ana por volver a Sarriko (UPV/EHU), tu casa siempre y por tu excelente conferencia!
Deje una respuesta