Las ciudades desempeñan un papel fundamental como motores de la economía, como lugares de conectividad, creatividad, innovación, conocimiento y como centro de servicios, convirtiéndose en núcleos de una economía mundial globalizadora. Por ello, es fundamental, independientemente de su tamaño, que mantengan, mejoren o incrementen su capacidad para competir mejorando su atractivo económico y dotándose de un mayor valor añadido.
En un contexto de globalización, las fronteras políticas nacionales pierden relevancia en términos económicos, y el papel de las ciudades y la competencia entre ellas se vuelven más significativos. En Europa, las dimensiones políticas, económicas, sociales y geográficas de la globalización son claramente visibles, así la existencia de un organismo supra-nacional, Unión Europea, convive con el fortalecimiento de entidades sub-nacionales, como son las ciudades y regiones de las que forman parte. En este sentido, la globalización se ve acompañada de un proceso paralelo de localización. En esta dualidad global- local, no todas las ciudades compiten bajo las mismas condiciones ni disponen de los mismos recursos y capacidades, por ello, es importante que identifiquen aquellos factores, así como las dimensiones de las que forman parte, que inciden en su capacidad de competir para la localización de empresas y atracción de inversiones, y que definirán su posición competitiva frente a otras ciudades.
Los profesores de la UPV/EHU Lucía Sáez, Iñaki Periáñez e Iñaki Heras han publicado un trabajo de investigación en la prestigiosa revista Journal of Place Management and Development en el que presentan una medida de la competitividad de las ciudades.
Partiendo de la premisa de que el fenómeno de la competitividad urbana es complejo y multidimensional, los autores del trabajo desarrollan un Índice de Competitividad Urbana (I.C.U.) que incluye 31 indicadores correspondientes a distintos factores clasificados en tres dimensiones: básica, de eficiencia, y de innovación para un conjunto de ciudades pertenecientes a 26 países de la Unión Europea, con un nivel de desagregación de zona urbana o LUZ (Large Urban Zone), lo que supone una población igual o superior a los 100.000 habitantes.
Los resultados de la investigación revelan que la capacidad de determinar el nivel de competitividad urbana no es la misma en las tres dimensiones que conforman el I.C.U., ya que son los factores relativos a la dimensión innovación, aquellos que generan mayores diferencias significativas en la capacidad de competir de una ciudad, seguidos de los factores correspondientes a la dimensión de eficiencia, y en último lugar los relativos a la dimensión básica. El estudio muestra, además, que son las ciudades más potentes en factores de innovación, las que presentan una posición competitiva más destacada, y tienen un mayor nivel de desarrollo económico.
Por ello, los autores sostienen que en un entorno de competencia entre ciudades, en mercados territorialmente no limitados, y donde se generan oportunidades globales que han de desarrollarse con capacidades e iniciativas locales, son estos factores los que deben sustentar la base de cualquier estrategia urbana encaminada a lograr mayores niveles de competitividad. Estrategias urbanas que favorezcan el sistema ciencia-tecnología-empresa y sociedad; la generación de ecosistemas de innovación; la oferta y demanda tecnológica e incluso aquellas encaminadas al desarrollo de una marca ciudad fuerte y diferenciadora que ofrezca una propuesta de valor basada en intangibles como el conocimiento, la creatividad, el know-how y la calidad.
El artículo está disponible en: http://www.emeraldinsight.com/doi/full/10.1108/JPMD-07-2017-0066
Sáez, L., Periáñez, I., & Heras-Saizarbitoria, I. (2017). Measuring urban competitiveness: ranking European large urban zones. Journal of Place Management and Development, 10(5), 479-496.
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