El MiFID II, la nueva Directiva Europea de Mercados e Instrumentos Financieros, aprobada por el Parlamento Europeo en abril de 2014, se aplicará finalmente en 2018. Este nuevo paquete de reformas llega dentro de los cambios regulatorios adoptados para hacer frente a la última crisis que sacudió todo el sistema financiero europeo, sus mercados de valores, intermediarios financieros y sus centros de negociación. Estas reformas buscan una mayor protección del inversor y al mismo tiempo, un sistema financiero más seguro, responsable y transparente.
Ya en 2004, la Directiva MiFID (Markets in Financial Instruments Directive) aplicó un régimen regulatorio común para los servicios financieros en la Unión Europea con el fin de proteger a los inversores, fomentar la equidad, la transparencia, la eficacia y la integración de los mercados financieros. Pero las actuales reformas van más allá y presentan cambios que es necesario tener en cuenta. Estas son las principales diferencias:
- La extensión del control sobre otros productos financieros tales como depósitos estructurados, derivados en materias primas, bonos o fondos de inversión, tratando de incentivar la negociación de más clases de activos.
- Se prohíben las llamadas retrocesiones (cobro de incentivos de las entidades por vender sus productos) reforzando la protección del inversor al diferenciar de forma clara entre asesores independientes y dependientes.
- Los asesores independientes deberán basar el asesoramiento en un amplio rango de productos y no podrán cobrar a sus clientes ningún tipo de comisión excepto la cuantía por la prestación del servicio de asesoramiento.
- Los dependientes podrán cobrar incentivos pero siempre que informen a sus clientes sobre el concepto y la cuantía.Este cambio se produce en un mercado en el que el inversor no tiene interiorizada la necesidad del pago por el asesoramiento y en el que la dependencia de las retrocesiones de las entidades de asesoramiento es más elevada de lo que pueda parecer. Es evidente que este nuevo planteamiento afectará a las comisiones y márgenes de intermediación, las entidades financieras, los agentes financieros, los modelos de negocio de las entidades de asesoramiento, etc.
En este nuevo escenario legal se requiere de profesionales de alto nivel de cualificación que trabajen en este ámbito. El Instituto de Economía Aplicada a la Empresa de UPV/EHU ofrece formación financiera de postgrado Gestión Patrimonial y Banca Privada con el objetivo de formar profesionales con una alta cualificación dedicados a la gestión de patrimonios y banca privada en los términos exigidos por el marco de la directiva europea del MIFID, precisamente para mejorar la calidad de los servicios en banca y en gestión patrimonial.
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