En un barrio rural de Zornotza, en Bizkaia, este mes de mayo entraron a vivir en un caserío rehabilitado, tres familias que firmaron un contrato de cesión de uso con los propietarios de dicha finca, a través de la Fundación Aldatu.
Para la inauguración acudieron más de doscientos invitados, entre ellos, vecinos de los barrios rurales cercanos, que pudieron entrar en la casa y disfrutar de la fiesta por haber logrado poner en marcha este proyecto emprendedor, que supone a su vez visibilizar que es posible crear otros modelos de uso del espacio rural.
Desde la plataforma de la Fundación Aldatu, se promovió la rehabilitación de un caserío familiar comprado en mayo de 1936, -antes de la guerra-, por 25.000 pesetas de las de entonces. Màs de mrdio siglo después, la Fundaciòn Aldatu logró convencer a tres parejas jóvenes para apostar por una tercera vía, para que vivieran bajo un contrato de cesión de uso. “Es difícil salirnos del binomio comprar o alquilar y abrir la mente a otra posibilidad, la de la cesión de uso. Yo apuesto por esta forma de habitabilidad y quienes han firmado con nosotros, pueden quedarse en el apartamento del caserìo toda la vida, por una cantidad establecida entre 40.000 y 90.000 euros. Si dentro de cinco años quisieran irse, nosotros les devolveríamos íntegra esa cantidad de dinero”. Para la rehabilitación de la finca se utilizaron técnicas de bio-construcción, que incluye un importante ahorro energético y de agua y redujo al mínimo el impacto sobre el entorno. Las obras se realizaron en seis meses.
Además de la Fundación Aldatu en la Comunidad Autónoma Vasca, hay otras entidades en Catalunya, como la asociación SostreCívic , que apuesta sobre todo por la rehabilitación de fincas antiguas vacías, a cuyos propietarios se les ofrece un canon para que cedan el inmueble por un plazo de tiempo lo suficientemente largo, y a quien al cabo de ese periodo se les retornará el inmueble reformado. Esta fórmula de innovación social, que implica otra forma de vivir y de consumir, es una alternativa que además puede salvar de la ruina el patrimonio de la arquitectura rural vasca, caseríos que se dejan caer por la imposibilidad de vivir en ellos.
+INFO:
La tasa de vivienda en propiedad en nuestro entorno es una de las más altas de Europa. El 83% de los hogares, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), es de régimen en propiedad. Un tercio de quienes han comprado una vivienda, aún no ha terminado de pagar su hipoteca. La compraventa de viviendas bajó un 10,2% en el tercer trimestre.
Por ello, y como el endurecimiento de las condiciones para acceder al crédito y la situación económica de muchas personas es poco propicia para la firma de un préstamo hipotecario, o incluso consideran que alquilar no les interesa, hay quien tiene ideas innovadoras y plantea otros modelos de acceso a la vivienda. Uno de ellos, la cesión de uso. Consiste en un acuerdo entre arrendador y arrendatario, para el uso del inmueble a cambio de su mantenimiento y sin coste de alquiler. Existen también otras fórmulas. La masoveria (en Catalunya) tanto rural como urbana, o la aparcería (en el ámbito rural castellano) son acuerdos de cesión de inmuebles a cambio del mantenimiento, rehabilitación o incluso de productos provenientes de la tierra.
El colectivo SostreCivic y la Cooperativa Integral Catalana son impulsoras de este tipo de iniciativas y son ejemplos prácticos el de Cal Cases (comarca del Bages) o el de la colonia ecoindustrial postcapitalista de Calafou (comarca del Anoia) en Catalunya.
En Suecia y Dinamarca, por ejemplo, las cooperativas de vivienda de cesión de uso están muy extendidas, siendo un porcentaje significativo del parque de viviendas de esos paises. Ver: www.sostrecivic.org
[…] Bizkaia) ehu.eus / 21 mayo […]