Lo primero de todo, permitidme explicar que el título de este post es una licencia poética. Ahora mismo podemos ver Venus como lucero de la tarde, muy cerquita además de la Luna. Con amanecer me refiero a la misión Akatsuki ya que este es su significado en japonés. Así que esta entrada hace referencia a un reciente artículo que hemos publicado en Astrophysical Journal Letters basado en imágenes tomadas desde tierra en apoyo a, y antes de, la inserción orbital de la misión de la agencia espacial japonesa JAXA.
Como muchos de vosotros recordaréis, la misión Akatsuki o, Venus Climate Orbiter, consiguió entrar en órbita alrededor de Venus hace un año, en diciembre de 2015, tras una inserción orbital inicial fallida. Venus es un planeta relativamente sencillo de observar desde tierra con pequeños telescopios. Sus tres características principales son alto brillo, escasa distancia al Sol y dificultad de discernir detalles en las nubes que recubren su superficie. Sin embargo, los desarrollos técnicos de los mal llamados astrónomos aficionados han permitido que sean capaces de tomar imágenes increíbles como las que muestro arriba que complementan a la perfección tanto los datos de las misiones espaciales como los que pueden proporcionar los observatorios profesionales, muchas veces fuertemente restringidos en cuanto a altura y distancia al Sol. Por esa razón, asociaciones de observadores como ALPO-Japan, la Commission Observations Planétaires de la SAF—section Venus (Astrosurf) y la Unione Astrofili Italiani (UAI): Vetrina di osservazioni planetarie son simplemente esenciales. Sabedores de ello, el equipo de Akatsuki ha lanzado una plataforma web para la interacción de astrónomos aficionados y profesionales, particularmente durante las máximas elongaciones del planeta en las que la observación desde tierra es más practicable.
En nuestro trabajo hemos usado también nuestro instrumento PlanetCam que tiene la ventajosa particularidad de poder trabajar en un telescopio de 2.2m en el Observatorio de Calar Alto. Aunque nos basamos en las mismas técnicas de observación que los aficionados (la llamada Lucky Imaging), el mayor diámetro del telescopio nos permite observar el planeta a través de filtros mucho más estrechos que por lo tanto pueden sintonizar las escasas longitudes de onda en las que las nubes de Venus muestran algo más de detalle: principalmente en el ultravioleta e infrarrojo cercanos.
Combinando estas imágenes profesionales y de amateurs hemos podido determinar el estado general de la atmósfera en los meses inmediatamente anteriores a la llegada de la misión espacial. Precisamente, mientras que en los meses de abril a junio encontrábamos una estructura muy irregular y caótica, en los de octubre a diciembre dio paso a una situación atmosférica mucho más regular, dominadas por las ondas de escala planetaria típicas del planeta como la Y horizontal, entre otras. Además, con estas imágenes se pudo medir el perfil zonal de vientos (movimientos en la dirección este-oeste), en buen acuerdo con resultados anteriores de misiones espaciales.
Más allá del valor científico del trabajo nos encontramos por tanto la demostración práctica de que los astrónomos aficionados, especialmente cuando trabajamos juntos codo con codo, pueden aportar unos datos inigualables y muy valiosos. Datos que necesitamos para terminar de comprender, en este caso, la atmósfera de Venus. Así que recordad, si tenéis interés en colaborar en este tipo de proyectos, no dejéis de visitar esta web.
Referencias
- Venus cloud morphology and motions from ground-based images at the time of the Akatsuki orbit insertion.
A. Sánchez-Lavega, J. Peralta, J. M. Gómez-Forrellad, R. Hueso, S. Pérez-Hoyos, I. Mendikoa, J. F. Rojas, T. Horinouchi, Y. J. Lee, S. Watanabe.
Astrophy. Journal Lett., 833, L7, doi:10.3847/2041-8205/833/1/L7
Available in ArXiv
Deje una respuesta