Llevaba mucho tiempo sin colgar ninguna entrada. Aunque confieso que tengo varios borradores a medias, entre las clases del Máster en Ciencia y Tecnología Espacial y el trabajo científico “regular” (de cuyos frutos espero hablaros pronto) me había sido imposible retomar este blog. Sin embargo, hoy ya no puedo poner ninguna excusa más ya que el tema que surgió el viernes pasado me resulta demasiado conmovedor como para dejarlo pasar.
La semana pasada se hizo público que la Unión Astronómica Internacional aceptaba las denominaciones propuestas por las instituciones ganadoras del pasado concurso Name ExoWorlds que dio nombre a una serie de planetas extrasolares. La exitosa iniciativa Estrella Cervantes liderada por el Planetario de Pamplona y la Sociedad Española de Astronomía ha permitido promover un nuevo nombre para dos planetas menores del Sistema Solar. El primero es (6138) 1991 JH1, que pasa a denominarse Miguelhernandez en homenaje al poeta español. El segundo es (6192) 1990 KB1 a partir de ahora será oficialmente reconocido como Javiergorosabel.
A partir de ahora ya podemos decir que nuestro buen amigo y compañero está en los cielos sin caer en ningún tipo de licencia poética. Creo que a él le habría gustado, sobre todo porque es algo discreto, nada llamativo, pero que le permite estar un poquito más cerca de sus estrellas y sus galaxias. Estos días hemos recibido imágenes del objeto tomadas por compañeros que trabajaron con él pero permitidme que destaque de entre todas el vídeo que tomaron desde el Observatorio de Guirguillano, un lugar al que le encantaba ir para arrimar el hombro como uno más y donde me consta que se hizo unos cuantos buenos amigos.
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