Un ejemplo de que puede dar de sí una práctica docente con alumnos motivados y un telescopio profesional, tomada de una de nuestras últimas experiencias con el proyecto BEGIRA.
BEGIRA (Basque Educational Gate for Interactive and Remote Astronomy) es un proyecto educativo iniciado por nuestro añorado Javier Gorosabel. Se basa en la utilización remota del telescopio de 1.23m de Calar Alto con los alumnos de nuestro entorno, en este caso del Máster en Ciencia y Tecnología Espacial de la UPV/EHU. Tras la pérdida de nuestro compañero, el año pasado no nos vimos capaces de retomar su legado. Pero ha llegado el momento de sacudirse esa morriña y honrarle como mejor podemos hacerlo: un buen cielo, un gran telescopio y unos cuantos estudiantes con ganas de enredar.
Así que este miércoles, un nutrido grupo comandado por Agustín Sánchez-Lavega, Ricardo Hueso, José Félix Rojas y yo mismo, nos encerramos en el Aula EspaZio para continuar con BEGIRA donde lo habíamos dejado. Nos acompañaron algunos ilustres ex-alumnos como Iñaki Ordóñez (ahora doctorando del grupo) y Jesús Ugarte. La noche empezó tontorrona con nubes y humedad, pero poco a poco fue mejorando hasta dejarnos observar más horas de lo que esperábamos inicialmente.
Aprovechamos las dificultades meteorológicas iniciales para explicar el funcionamiento del telescopio, la cámara y las experiencias observadoras de algunos de los presentes. Después llegó la astronomía: siguiendo las propuestas de algunos alumnos hicimos un recorrido por galaxias cercanas de diferentes tipos, observamos cúmulos abiertos para trazar más adelante sus diagramas HR, perseguimos un asteroide y un cometa y también seguimos el tránsito de un planeta extrasolar. Todos estos datos ahora precisan ser analizados y digeridos poco a poco, pero se suman al legado de BEGIRA, de forma que siempre estarán accesibles para nuestros alumnos en el futuro.
Y, una vez superados los nervios iniciales, ahora nos quedan las ganas. Las ganas de volver a disfrutar así de la observación astronómica, de aprender como hacemos cada vez que jugamos a explorar el Universo con nuestros alumnos. Pero también las ganas de recordar a los maestros que ya no están pero con quienes dimos los primeros pasos y que nos dejaron un poco de su sabiduría para alimentar nuestra curiosidad.
Mientras esperábamos para poder abrir, Agustín nos estuvo enseñando sus magníficas observaciones de Júpiter con un telescopio bien diferente. El Aula EspaZio llena a rebosar y con ganas de astronomía!
Bien por vosotros! Javi estaría encantado de ver que su legado va adelante! y sus amig@s también lo estamos!