En las vísperas del Día de Darwin que se celebrará como cada año el próximo día 12 de febrero para conmemorar el nacimiento del gran genio inglés, me apetece comentar hoy un libro que he terminado de leer recientemente. Se trata del libro De animales a dioses, escrito por Yuval Noah Harari y publicado por la editorial Debate. Este libro fue un regalo que me hizo Francisco Javier Gómez con motivo de mi participación en la Zientzia Astea del IES Miguel de Unamuno.
Tal y como podemos leer en la solapa del libro, el autor es profesor de Historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén y está especializado en procesos macrohistóricos. En este volumen nos presenta una atractiva perspectiva de la evolución humana. Es un libro tremendamente ameno y fácil de leer, quizá no del gusto de aquellos que aceptan una prosa más ardua en pos de un mayor rigor científico pero ideal para los que, como yo mismo, les gusta leer relajadamente antes de dormir.
Esencialmente, el libro articula la historia de la especie humana en torno a tres grandes revoluciones: una primera cognitiva en la que el ser humano adquirió gran parte de sus habilidades actuales sin modificarse esencialmente desde el punto de vista genético; la revolución agrícola que cambió para siempre las estructuras de producción y por tanto las estructuras sociales de los seres humanos y, finalmente, la revolución científico-industrial que cambió drásticamente nuestras expectativas como especie.
Como digo, la envoltura de la narración es atractiva y engancha, un gran punto a favor del autor. Sin embargo, sin ser yo ni mucho menos un experto en los asuntos aquí tratados, me deja algún regusto amargo. Primero porque mezcla aparentemente a conveniencia algunos conceptos para favorecer su tesis inicial que resume el título del volumen. En segundo lugar, a mi juicio, por la perspectiva que adopta acerca del capitalismo y del imperialismo. No es sólo que yo no las comparta sino que no termino de percibir un planteamiento crítico de sus puntos de vista. Otros aspectos, como el papel del cotilleo en la cohesión social, o el cambio de perspectiva acerca del progreso a raíz de la revolución científica aparecen mejor expuestos y razonados.
En todo caso, me parece una lectura entretenida y estimulante y, por tanto muy recomendable. Es el típico libro en torno al cual es posible debatir durante horas, perdiéndose entre los vericuetos de todos los detalles históricos y evolutivos que expone el autor.
¿Alguna forma mejor de celebrar el Día de Darwin 2015? Seguro que hay maneras de completar esta celebración. En Bilbao, por ejemplo, la Cátedra de Cultura Científica organiza una serie de conferencias en la biblioteca de Bidebarrieta el mismo jueves día 12, con varios ponentes excelentes.
¿Habéis leído el libro? Si es así, estaré encantado de conocer vuestra opinión a través de los comentarios del blog. ¡No os cortéis!
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