Defectos
acústicos y formas caprichosas
En
una sala, los ecos se producen a menudo en superficies planas orientadas
en direcciones incorrectas, o en superficies cóncavas que tienden a
concentrar el sonido en algunos puntos. Un efecto muy molesto se produce
cuando dos paredes planas, buenas reflectoras del sonido, se sitúan una
frente a otra. Un sonido que se produce entre estas dos paredes se refleja
en ambas, rebota simultáneamente en una y otra, produciendo un eco
similar a una vibración. Este efecto puede evitarse recubriéndolas con
un material absorbente.
Para superficies cóncavas, dependiendo de
la distancia de la fuente sonora a la pared y del radio de curvatura,
puede producirse una focalización o una dispersión de los rayos
reflejados en la pared. Por esta razón, cuando un conjunto orquestal se
coloca frente a una pared curva, puede ocurrir que cada grupo de
instrumentos sea reflejado en una dirección diferente a los demás, o
que, debido a la focalización, la intensidad en algunos puntos de la sala
sea muy grande y en otros puntos prácticamente nula. Estos efectos se
producen en algunas construcciones, siendo quizás una de las más
conocidas la galería de los susurros de la Catedral de San Pablo en
Londres.
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