Cuando
dos sonidos tienen frecuencias similares, la presencia de uno de ellos
enmascara al otro, y para percibir el segundo necesitamos un nivel de
intensidad sonora grande. Si estos dos sonidos están suficientemente
alejados en frecuencia, el nivel de intensidad sonora necesario no es tan
alto ya que estamos hablando de movimientos en puntos diferentes de la
membrana basilar. A la hora de utilizar este fenómeno en la composición,
es sabido que la
manera de que un solo (violín, voz humana) sea escuchado por encima de
una orquesta que suena a la vez, es que la parte solista difiera lo
suficiente en tono o en timbre para asegurar que se recoge en una zona de
la membrana basilar que no está siendo excitada por la música de la
orquesta.
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