DESCRIPCIÓN
En 1714, el violinista Tartini se dio cuenta que cuando dos notas suenen a la
vez, en algunas ocasiones percibimos una tercera nota, cuya frecuencia es
la resta de las dos originales. La presencia de este tono se puede
explicar por la existencia de fenómenos no lineales que crean distorsión.
El aire no contribuye significativamente a la presencia de la distorsión,
por lo que su origen debemos buscarlo en el funcionamiento del propio oído.
La existencia de fenómenos no lineales en el oído está ampliamente
aceptada. Sin embargo la contribución de cada una de sus partes (oído
externo, medio e interno) no está del todo clara, y es todavía hoy
objeto de discusión.
La distorsión puede producir otras combinaciones de tonos además del
tono diferencia, por ejemplo el tono suma. Sin embargo suelen resultar más
difíciles de oír porque son más fáciles de enmascarar.
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